Leyendas y Mitos

Desde ahora entra a Leyendas Uppered

domingo, septiembre 17, 2006

Acerca de la Atlantida

La Atlántida, ¿un mito?¿Un deseo de creer?¿Un recuerdo ancestral?¿Una fábula de Platón?¿Un enigma geológico? ¿Es la Atlántida algo más que un nombre tan acertado que cualquier experto en marketing daría su sueldo por encontrar uno de similar éxito? En las líneas que siguen vamos a contarles algo que quizá ya sepan, porque hay pocos temas de los que la Humanidad ha escrito tanto.

El filósofo griego Platón escribió unas obras llamadas Diálogos en las que trataba de explicar su concepción del mundo. Dos misteriosos diálogos fueron los llamados Timeo y Critias. En ellos, en apenas unas líneas, unas veinte páginas de un libro normal, Platón escribió la noticia acerca de un continente gigantesco que había desaparecido en un sólo día y una noche, tragado enterito por el mar oceáno. Platón citaba como fuente al historiador Solón, quien habría oído en Egipto la historia de la desaparición de una "isla del oeste". Eso ocurrió, según Platón, 9.500 años antes de su época (427-347 a.C.), y la isla tenía una superficie de once mil kilómetros cuadrados, más grande que China. Los atlantes constituyeron una sociedad superdesarrollada pero se alejaron de su dios y sobrevino el castigo divino, haciéndolos desaparecer para siempre. Al parecer Platón iba a escribir las razones de Zeus o su homólogo dios de los atlantes para condenarlos así, pero la muerte no le dejó terminar esa parte de sus Diálogos.

El continente de la Atlántida estaba, como su nombre indica, en el océano Atlántico, entre la costa oeste del sur de Europa, y la del este de América. Curiosamente, Atl significa agua en lengua náhuatl. Cuentan las leyendas que hasta el primer siglo antes de Cristo no se podía navegar por las aguas que se extienden entre las costas de España y el Golfo de México. Las Columnas que Heraklés colocó en el Extrecho de Gibraltar y el "Non plus ultra" tenían una razón de ser: por toda el agua del océano flotaba una masa informe compuesta por lodo solidificado, como placas de piedra pómez, restos del fenómeno que hundió a la Atlántida.

Aceptemos la leyenda: el dios de los atlantes decide castigar a su pueblo. ¿Qué arma o herramienta usa para ello? Un cataclismo de dimensiones desacostumbradas origina un cráter en el suelo submarino tan profundo que el magma sale a la superficie arrojando chorros de materia incandescente y hundiendo el continente. Dicen algunos que el deslizamiento de las placas continentales confirma que si bien es posible comprobar que el continente americano se separó de Europa, Africa y la Antártida, pues sus siluetas parecen encajar como un puzle, en la zona correspondiente al Caribe y a España queda un espacio vacío de una extensión similar a la atribuida a la Atlántida. Otra teoría apunta la posibilidad de que un enorme meteorito fuera el causante de la perforación de la superficie marina que desencadenó todo el proceso, para lo que se basan en la concentración de cráteres existente en la zona de Carolina, ocasionados por los supuestos fragmentos de ese meteorito gigante que habría caído sobre el oceáno. Además de estas causas, se apuntan otras como la simple erupción volcánica como lo que sucedió con la isla de Krakatoa en 1883, la elevación del nivel del mar o la llamada subducción continental, es decir, una placa oceánica tragada bajo una placa continental. Todas estas hipótesis han sido rebatidas por los científicos y el enigma permanece.

A todo ello hay que sumar las que se han calificado como evidencias de la existencia de la Atlántida, los restos de la Atlántida, bien en forma de sus cumbres más elevadas, bien como restos arqueológicos, y las misteriosas despariciones en el triángulo de las Bermudas.

Dicen que algunas islas son restos emergidos del antiguo continente, o bien, las cumbres más altas del mismo. Ocurriría con las Antillas, las Canarias o las Azores. Además, se añade otra leyenda a la ya existente: el triángulo de las Bermudas cobijaría en su seno restos de la avanzada tecnología de los atlantes, máquinas que en determinadas condiciones aún funcionarían, destruyendo o interfiriendo electrónicamente en los sistemas de barcos y aviones que pasan cerca de llamado Triángulo de la Muerte, entre Bermuda, Miami y Puerto Rico. Por último, se han llegado a identificar nada menos que auténticos caminos y paredes, el llamado Muro de Bimini, una construcción con un material difícil de hallar en la naturaleza, la micrita. Lógicamente, los geólogos aseguran que se trata del fenómeno conocido como roca de playa del que también existen otros, aunque escasos, como en Australia.

Los narradores de leyendas americanos cuentan que en tiempos remotos existieron no uno, sino dos continentes más. La Atlántida, por el lado del Oriente, y el Continente de Lemuria, por el Poniente. En los dos la sociedad había alcanzado cotas altísimas de desarrollo en todos los campos. Pero los mares se levantaron y lucharon contra las montañas. Algunos lemures se salvaron en potentes barcos, y arribaron a las costas americanas del Pacífico, llevando allí sus costumbres y creencias, y se asentaron en tierras de Incas y la Isla de Pascua. Por el otro lado, por el Golfo de México arribaron en oleadas grandes grupos de supervivientes de la Atlántida, miembros de las distintas naciones que la formaban, y que luego se llamaron mayas, totonacas, mixtecas o zapotecas. Algunos, como los teotihuacanos, llegaron hasta el altiplano, temerosos de que un nuevo cataclismo pudiera volver a hundir las costas de su nueva tierra.

Y de esta manera legendaria se explica la divergencia de culturas de las costas americanas (peruanos, incas, viricochas...) y de manifestaciones (los gigantes del Machu Pichu, el valle de Nasca, los monolitos de Tiahuanaco...) Eso explica también los avanzados calendarios, los numerales, la astronomía y las técnicas arquitectónicas que les permitieron las grandes construcciones. Dicen que la leyenda la contaban los olmecas, una raza de la que no se conserva ningún escrito, porque sobrevivió a una tragedia imposible de olvidar.
Nos cambiamos, desde ahora entra a Leyendas Uppered

Escribe en un Blog y Gana Dinero en: UPPERED


viernes, septiembre 01, 2006

Leyenda y Fotos del Monstruo del Lago Ness

Hace no menos de 1500 años que existe una leyenda en los Highlands de Escocia. Habla esta leyenda de un temible dragón que vive en un lago negro. Habla esta leyenda del monstruo del Lago Ness. Cuentan que devoraba reses enteras, y que también devoraba a los incautos que se acercaban demasiado. Salvo a uno que hizo la señal de la cruz.

El Lago Negro (Loch Ness) del condado de Iverness tiene 56 Km2 de extensión y una profundidad máxima de 240 m. Nadie puso nunca en duda la leyenda del monstruo más famoso de todos los tiempos. Ningún otro animal ha sido objeto de tantos avistamientos, tantas fotografías indescifrables, tantas expediciones científicas infructuosas, ni tanta polémica.

El castillo Urquarht, en la orilla del lago. La imagen más popular de este monstruo (con la inestimable ayuda de la industria cinematográfica de Hollywood) parece corresponder a la de un plesiosaurio, un dinosaurio acuático de tamaño medio y costumbres carnívoras, común a finales del Cretácico y principios del Jurásico. La mayor parte de las personas que han observado este animal lo describen con un largo cuello, un cuerpo robusto y unas aletas en forma de rombo. Incluso se le asignó un nombre científico: Nessiteros rhombopteryx.

Pero Nessie, nombre con el que se denomina popularmente al monstruo, ha provocado demasiada polémica como para que las hipótesis sobre su fisionomía queden reducidas a una sola. Se ha sugerido que el monstruo es una especie de foca, aunque las dimensiones no concuerdan. También se ha especulado con la posibilidad de que fuera una anguila gigante, una enorme nutria, una orca, un calderón, un pez gigante, un invertebrado de hace 280 millones de años conocido como “monstruo tully” o incluso un anfibio ictiófago del periodo carbonífero. Pero la opción más atractiva para el público parece ser la del plesiosaurio.

Foto tomada en 1933 por Hugh Gray. Es imposible determinar qué aparece en la foto, pero da lugar a muchas especulaciones.A los numerosos avistamientos se unen la miríada de fotografías en las que se "observa" a Nessie ó parte de él. Muchas de ellas son fraudes, pero hay algunas bastante famosas, y el resto no son determinantes para identificar nada.

Los testimonios son tan abundantes que Nessie ha sido tomado en serio por muchos científicos, que han organizado expediciones para documentar su posible existencia.

Entre ellos destaca la expedición, patrocinada por la prestigiosa National Geographic Society, dirigida en 1970 por el Dr. Robert Ballard (la misma persona que, posteriormente encontró el Titanic). Ésta fue la expedición más importante que ha intentado desvelar el misterio. No se reparó en gastos: cámaras subacuáticas, sonar, scanners... pero el resultado fué más bien magro: una gran población de truchas, algunas teteras y varios zapatos, pero ningún monstruo marino.

Foto tomada en 1934 por el Coronel Robert Wilson, años mas tarde se demostró que habia sido trucadaEn 1991 un tal Stewart Campbell estudió todos los datos disponibles sobre el lago Ness y llegó a la conclusión de que no hay razón para creer que exista nada anormal en el lago.

Para Campbell, la leyenda tiene su origen en el avistamiento de un gran tronco de árbol hundido que afloró a la superficie debido a los gases de descomposición de la materia orgánica del fondo del lago. ¿El resultado? burbujas, chapoteo y una gran masa de color marrón que se volvía a hundir una vez liberados todos los gases.
Nos cambiamos, desde ahora entra a Leyendas Uppered

Escribe en un Blog y Gana Dinero en: UPPERED